Los capitales imperialistas usufructúan las riquezas. Importantes porciones de las actividades petroleras están en manos privadas vía las empresas mixtas como en la Faja del Orinoco, controlando el 40% en esos sectores. En la del gas es peor aún, donde capitales imperialistas tienen mayoría accionaria. En la industria petroquímica no es diferente con proyectos similares, e incluso empresas sin participación alguna del Estado. Hay que luchar por una genuina nacionalización de los hidrocarburos y de toda la industria energética bajo control de sus trabajadores.