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Periódico / Polémica

Miércoles 26 de agosto de 2009

Polémica

“Movimiento Solidaridad Laboral”: un embauque contra los trabajadores

Por Milton D’León


La iniciativa de Orlando Chirino, luego refrendada por su agrupación, la Unidad Socialista de Izquierda (USI), de conformar el llamado “Movimiento de Solidaridad Laboral”, como supuesta expresión de lucha clasista contra la política antisindical y antiobrera del gobierno, es opuesta a toda lucha por la independencia política de la clase obrera en el país. No sólo que no está a la altura que exigen las circunstancias, tanto por la ofensiva del gobierno de Chávez como de los empresarios en general, opositores o “bolivarianos”, contra el movimiento obrero, sino que no es ni por asomo la manera de impulsar la unidad clasista y combativa contra los ataques patronales que necesita la clase, porque confunde peligrosamente la organización clasista de los trabajadores desde la base con los agrupamientos a nivel de cúpulas y altos dirigentes sindicales burocráticos y propatronales. Peor aún, sin hacer la más mínima distinción sobre la posición política de estos dirigentes sindicales frente a los hechos de la lucha de clase de los últimos años y sus alineamientos con los sectores patronales y reaccionarios de la oposición de derecha.

El compañero Chirino afirma que “esta plataforma (Solidaridad Laboral) se genera por la necesidad de unirnos, de encontrar maneras de luchar todos sin importar la tendencia política”[1]. Esta frase sería correcta si se refiriera a los millones de trabajadores y trabajadoras de base del país, que evidentemente pueden sostener distintas visiones políticas, o a diversas tendencias obreras clasistas, pero Chirino se está refiriendo a altos dirigentes políticos que ocupan papeles en el alto mundo sindical y que están alineados con posicionamientos políticos completamente antiobreros y propatronales por todos conocidos. ¡Cómo entonces que “sin importar la tendencia política”! Pero lo que es peor es que en realidad, según el propio Manifiesto fundacional presentado el pasado 28/7, “el Movimiento de Solidaridad Laboral, es una alternativa sindical y sociopolítica [sobre bases programáticas] (…) que se propone construir un nuevo camino y una nueva propuesta para la defensa y el avance de los trabajadores (as)”[2]. ¿Cómo es posible construir una alternativa “sociopolítica” y “sobre bases programáticas” con personajes de “tendencia política” que están en la trinchera de enfrente de la causa de los trabajadores y han defendido toda su vida los intereses de los empresarios?

Es hartamente sabido que dentro del movimiento obrero actúan agentes propatronales con el objetivo, no sólo de traicionar y desviar sus luchas, sino fundamentalmente de impedir que los trabajadores y las trabajadoras avancen hacia una política independiente tanto de los gobiernos como de los sectores burgueses. Un sector importante responde a las políticas oficiales del proyecto nacionalista burgués de Chávez, como son los altos dirigentes sindicales organizados en el Frente Socialista de Trabajadores, que pelean por atar los sindicatos a la política gubernamental y hasta en ciertos casos destruir sindicatos que se resisten al gobierno y a la propia patronal. Otro sector de los agentes de los patronos en el movimiento obrero, responden a los partidos opositores burgueses que se han alineado con un proyecto de sometimiento de los trabajadores y directamente proimperialistas. La clave es luchar también contra estos agentes propatronales en la clase obrera y no sólo contra las burocracias sindicales atadas al gobierno, desenmascararlos y denunciarlos por lo que son, como primer paso para que los trabajadores comiencen a reconocer a sus enemigos dentro de la clase.

Los compañeros de la USI , en el último período, y por las ofensivas de Chávez, han salido a distanciarse de las burocracias sindicales que responden al gobierno, luego de años de convivir con ellos y hasta tenerlos como aliados. Pero ahora, sorpresivamente han aparecido alineados con sectores abiertamente propatronales del segundo bloque. Alineados con gente cómo, por ejemplo, Froilan Barrios, docente de Relaciones Obrero Patronales de la Escuela de Relaciones Industriales de la UCAB , Secretario Ejecutivo de la CTV , agente directo de los sectores patronales entre los trabajadores; Alfredo Ramos, Secretario General de La Causa R y a su vez Coordinador Nacional de “Nuevo Sindicalismo”, conocido por su posición derechista en los últimos años. Estos dos personajes, fueron participes del golpe del 11 de abril junto a Carlos Molina Tamayo, Pablo Medina, Guaicaipuro Lameda, Pedro Carmona Estanga, Carlos Ortega, Manuel Cova, Juan Fernández, Edgar Paredes, Horacio Medina, Leopoldo López, Enrique Capriles Radonsky, entre otros. No les bastó esto, sino que, además, luego del golpe y del paro-sabotaje petrolero, se sumaron a la campaña electoral del derechista y proimperialista Manuel Rosales, llegando Froilán a organizar un movimiento de trabajadores en apoyo a dicha candidatura, afirmando que "Nosotros en este acuerdo habíamos decidido como movimiento laborista sólo apoyar la candidatura que saliera de las primarias de Súmate, pero el deseo de la unidad pudo más, eso fue lo que nos motivó apoyar a Rosales"[3].

Froilán Barrios es opositor al gobierno, sí, pero por derecha, en un sentido burgués, y es un “abc” de la posición de clase del marxismo que la USI parece “olvidar”. Este ataca la política de nacionalización del gobierno afirmando que "Es necesaria la presencia del sector privado, y estamos viendo cómo la situación de los trabajadores desmejoró después que el Gobierno empezó con la ocupación de empresas"[4], rematando con la defensa del empresariado por los supuestos “atropellados ejecutados contra el sector privado; de invasión de haciendas en producción, de toma de fábricas…”[5]. Este personaje no se queda solamente en esto, es el mismo que propone ligar a este nuevo agrupamiento a las centrales sindicales internacionales proimperialistas, sosteniendo que “propuse (a Solidaridad Laboral) relacionarnos con la Confederación Sindical Internacional y la regional Central Sindical de las Américas”[6].

Otro gran nefasto personaje que integra Solidaridad Laboral es Carlos Navarro: directivo copeyano de la CTV , de relevancia entre el 1996-1998, durante el gobierno de Caldera, siendo uno de los voceros más elocuentes de la "Tripartita" (CTV-Fedecamaras-Gobierno) que discutió y decidió la eliminación de la retroactividad de las prestaciones sociales e incluso promovió la privatización de empresas (como SIDOR, CANTV, VIASA y las "asociaciones estratégicas" de Giusti en PDVSA), enmarcándolas en la necesidad de “flexibilizar” para traer inversiones, generar riqueza, empleos, etc. ¡Todo el decálogo de la ofensiva neoliberal contra la clase obrera! Es así que por entonces recorrió el país "explicando" las bondades del plan privatizador, y a su paso por Fetraragua tuvo que salir escoltado por la policía, por el repudio y abucheos generalizado de los trabajadores textileros de Maracay, como bien recordarán los compañeros de la USI.

Nada más y nada menos que un sujeto como Andrés Velázquez y La Causa R , ha llamado al apoyo explícito del Movimiento Solidaridad Laboral, por lo que una gran cantidad de dirigentes sindicales de su partido participan de dicho movimiento, los mismos responsables de dejar pasar la privatización de Sidor en 1997. ¿Estos personajes pueden luchar por una política de independencia de los trabajadores? Nada bueno podrá salir de este movimiento, de un inconsistente rejunte de burócratas sindicales de distintos orígenes. Ni de lejos “Solidaridad Laboral” tiene un carácter autónomo, clasista, y de independencia de clase como lo quiere presentar la USI.

Los burócratas gobierneros como los de la FSBT (hoy CST), Autonomía Sindical (PPT), la “Cruz Villegas” (PCV) y otros, son agentes patronales del gobierno en el movimiento obrero, por su abyecta subordinación al proyecto de “socialismo” con empresarios de Chávez, estos otros no lo son menos, pues la diferencia es que están en la oposición, de una oposición patronal, burguesa, proimperialista, y por tanto son también agentes patronales directos en el movimiento obrero que, como se demostró en el golpe y el paro-sabotaje patronal-petrolero, solo quieren que los trabajadores vayan de furgón de cola de lo más rancio de la burguesía y los terratenientes nacionales.

Aprovechando el momento, que el gobierno viene atacando más duramente de manera pública los derechos de los trabajadores, los arribistas sindicales con que se alía el compañero Chirino no pretenden otra cosa que encaramarse tras la justa rabia obrera para hacer su política escuálida, travestida de defensa de los derechos laborales. Es por eso que este engendro que se ha creado no está en capacidad alguna de dar una pelea consecuente contra el capitalismo como la que se viene ahora, porque se perfila sólo como oposición al gobierno-patrón, sin proponerse atacar duramente a los capitalistas privados –como lo ha aclarado Froilán Barrios–, que son quienes explotan directamente a la gran mayoría de los trabajadores/as del país.

A pesar de que el compañero Chirino diga que persigue la unidad de los trabajadores en lucha y por la base, y con razón afirme que es el propio gobierno con sus políticas antiobreras y antisindicales quien da vida a estos sindicaleros de la “Cuarta República”, termina impulsando este espacio que les permite lavarse la cara a sectores del sindicalismo propatronal, comprometiéndose con sectores que son incapaces de dar una salida de alianza obrera y popular anticapitalista a la crisis, y que facilitan la demagogia del gobierno de acusar a los trabajadores de corporativismo.

Mientras Chávez habla de un modelo de gestión de la crisis donde pretende contraponer los salarios y derechos obreros a la continuidad de los planes sociales, la única manera de responder de cara a los intereses de las mayorías del país es proponiendo una sólida alianza obrera y popular, cuya base sea atacar las ganancias capitalistas en su conjunto como base para defender el salario, las conquistas de las familias obreras y las condiciones de vida los más pobres, y una perspectiva así es imposible de plantear con estos sectores y desde ese espacio, tanto por su carácter burocrático y corporativista como por la propias orientaciones burguesas-escuálidas de una parte de sus integrantes.

Llamamos al compañero Chirino y su organización, a sus militantes, a reflexionar profunda y seriamente para revertir este camino errático que resulta, cuando menos, oportunista, y solo puede sembrar confusión entre la vanguardia obrera y los trabajadores con disposición a luchar con independencia del gobierno y cualquier patrón, pues le facilita el trabajo al gobierno que pretende argumentar que oponerse a sus medidas automáticamente implica alinearse con la derecha opositora. De nuestra parte luchamos a brazo partido por la más firme organización independiente de los trabajadores, tanto del gobierno como de la oposición burguesa, incluyendo de sus agentes en el movimiento obrero, y afirmamos que la situación planteada hoy en el país requiere que se abra paso una corriente propia de los trabajadores que contribuya a superar la falsa polarización absoluta entre gobierno y oposición de derecha, en favor de la construcción una oposición obrera y clasista a ambos bandos burgueses y patronales.

El camino que toma la USI con “Solidaridad Laboral” no tiene nada que ver con esta perspectiva independiente.

Por un Plenario de Emergencia de C-CURA

Esta política resulta además completamente burocrática, puesto que se hace en nombre de la Corriente Clasista , Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-CURA) sin que haya sido objeto de discusión ni de decisión en ninguna instancia representativa de la misma. Este desbarranque político de Chirino y la USI , quienes dirigen la corriente, compromete a todos quienes reivindican, y nos reivindicamos de C-CURA, al hacerse sin ningún tipo de discusión democrática entre los trabajadores, continuando de manera lamentable con el funcionamiento que le han impuesto a la corriente, sin democracia obrera directa, con encuentros esporádicos, una o dos veces al año, en horarios en los que los trabajadores comunes no pueden asistir, limitados a dirigentes sindicales, sin que medien previamente asambleas por fábrica y lugar de trabajo que elijan sus delegados/as y sin que los sindicalistas reciban un mandato de estas asambleas.

Esta orientación de la USI , que amenaza con convertir a C-CURA en unas siglas vacías de vida interna como corriente obrera nacional, clasista y de lucha, siglas que sirvan para que sus principales dirigentes nacionales se presenten ante la prensa, tiene su expresión más dañina en la participación inconsulta de C-CURA en “Solidaridad Laboral”.

El compañero Chirino y la USI deben romper inmediatamente con la participación de C-CURA en Solidaridad Laboral y llamar a un Plenario de Emergencia de la corriente para discutir esta situación y la necesidad de definir una verdadera estrategia y lucha política obrera clasista e independiente, de unidad y organización por la base desde cada lugar de trabajo, fábrica y región, para impulsar el fortalecimiento y ampliación de la C-CURA desde la base dirigiéndose a los millares de trabajadores, con un funcionamiento basado en la democracia obrera para que esta pueda convertirse en un verdadero referente para los miles y las miles que hoy salen a la lucha. Solo así podrá también la C-CURA disputarle las bases tanto a los burócratas del “Frente de Trabajadores Socialistas” del gobierno y de la UNT , como a esos sindicalistas de la CTV que quieren reciclarse en “Solidaridad Laboral”.

Notas

[1] Tomada de www.laclase.info 13/03/2009

[2] www.laclase.info 29/07/2009, página informativa y de opinión impulsada por la USI.

[3] http://www.venelogia.com, 10/08/2006

[4] El Nacional, 29/07/2009

[5] Analítica.com, Froilán Barrios, 8/4/2009.

[6] El Nacional, 23/3/ 2009.





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